Al leer el artículo del bibliobús, me he dado cuenta de que es una gran forma para que los niños puedan interesarse cada día más por la lectura. Una de las cosas que me ha llamado más la atención y que me ha parecido una forma extraordinaria, para que ellos se interesen, es que ellos mismos van con una profesora al bibliobús, a elegir unos cuentos para esa quincena. Es una gran idea para que los niños puedan ver la cantidad de libros que existen y no sólo los que están en clase o en la biblioteca.
Las ventajas más importantes que nos ofrece ese bibliobús, tal y como nos dice el artículo:
1. Hemos pasado de tener una biblioteca de aula pobre, a tener una gran biblioteca que renovamos cada semana o cada quincena.
2. El gasto en libros es prácticamente nulo.
3. Tenemos a nuestra disposición "cuentacuentos".
4. Nos proporcionan los libros que tratan sobre la Unidad Didáctica a trabajar, o sobre los diferentes Centros de Interés que darán lugar a la realización de diferentes talleres.
5. Trabajamos las diferentes áreas que forman parte del currículo de Educación Infantil y las habilidades de nuestros alumnos, a través de los libros que parecen más interesantes.
El Cuentacuentos creo que ayuda mucho a los niños, es una experiencia nueva para ellos. Aparte de la ventaja del Cuentacuentos, está la de poseer cuentos que estén relacionados con la Unidad Didáctica; ya que así, el niño percibe que lo que le están enseñando no sólo está ligado a él, sino que puede ocurrir en su cuento favorito. Por ejemplo, si están dando los colores: además de aprender que su camiseta favorita es verde, como el protagonista de su cuento favorito.
El bibliobús sólo tiene ventajas, no le encuentro ninguna desventaja en este momento, ya que ayuda al niño a:
1. Interesarse y apreciar los cuentos, en particular, y los libros en general, como medio para saber más y para disfrutar en solitario o en compañía de otros.
2. Comprender y reproducir los cuentos contados por la profesora, discriminando a los diferentes personajes que aparecen en ellos.
3. Utilizar diferentes formas de expresión plástica, para representar a los personajes o escenas del cuento que más nos hayan llamado la atención.
4. Ampliar el lenguaje oral a través de la dramatización de escenas del cuento, de las conversaciones posteriores a la lectura del mismo, etc.
5. Desarrollar el lenguaje oral y su expresión a través de la memorización de frases representativas de cada personaje.
6. Desarrollar la creatividad y la imaginación a través de la creación de nuevos finales.
7. Favorecer el desarrollo de las habilidades motrices, cognitivas y personales del alumno para mejorar su maduración de cara a la lecto-escritura.
Gracias a todos estos objetivos, el niño aprende de muchas maneras posibles con los cuentos; desde interpretando al personaje del cuento, hasta dibujando u ordenando una serie de imágenes del cuento.
En el artículo se nos dice que hay tres momentos fundamentales a la hora de leer cuentos: al inicio de la jornada, los momentos libres, y las tardes de cuentos. Yo pienso que en el momento libre el niño debe elegir si quiere leer o no, puesto que si le introducimos de una manera muy exhaustiva el hecho de leer, al final los propios niños lo van aborrecer; no queremos conseguir eso, sino todo lo contrario; que a los niños les apasione leer y lo sientan de una manera especial. Es decir, que se interesen por la lectura y que este interés les dure para toda la vida.
Este es el resumen del artículo, pero a mí me gustaría contar mi experiencia con el bibliobús. Cuando yo tenía 4 años iba a una guardería de Suiza y allí teníamos muchísimos libros, pero yo siempre deseaba que llegará el bibliobús porque era enorme y tenía muchos libros; eso pensaba yo, me encantaba estar mirando los cuentos, pero al final con tantos cuentos no sabías cual elegir; era muy feliz cuando venía el bibliobús.
Más tarde, cuando tenía 16 años, me llevé una decepción porque fui a Suiza a ver mi guardería, y ese día llegó el bibliobús, era mucho más pequeño de lo que recordaba y la escasez de libros era monumental. Con esto quiero decir que, si yo era tan feliz esperando ese bibliobús, porque ahora los niños no pueden serlo; no entiendo porque se disminuyó el reparto de libros, siendo una manera efectiva de que los niños obtengan interés por leer. Espero que esto sólo haya pasado en mi guardería.